http://www.chinatoday.com.cn/ctspanish/se/txt/2009-12/17/content_235527.htm
La producción de
cereales y la seguridad alimenticia es el tema del estudio al que
se dedica Jiang Gaoming, investigador del Instituto Botánico de la
Academia de Ciencias de China, quien estableció en persona una
granja agrícola ecológica en la aldea de Jiangjiazhuang, en el
distrito de Pingyi, su pueblo natal en Shandong, con el fin de
hacer experimentos prácticos.
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Jiang
Gaoming.
Cuatro
factores del incremento de la producción de cereales
China hoy: ¿Cuáles son los factores que
han contribuido a que China pueda alimentar a más de 1.300 millones
de personas con 120 millones de hectáreas de tierra
cultivable?
Jiang
Gaoming: De 1982 a 1991, la producción de cereales de
China aumentó a un ritmo anual del 8%, con lo que el país se
convirtió gradualmente en el mayor productor de granos a nivel
mundial. De 2004 a 2008 el volumen de producción continuó
incrementándose ininterrumpidamente y el presente año se prevé que
la tendencia se mantenga. China resuelve básicamente el problema de
alimentar al 22% de la población del planeta con sólo el 7% de la
tierra cultivada y el 5% de los recursos de agua dulce.
El primer motivo
es la política. Gracias a la estrategia de fijar las cuotas de
producción en base a familia, que comenzó a aplicarse después de la
III Sesión Plenaria del XI Comité Central del Partido Comunista de
China, la producción de cereales creció rápidamente. Se contribuyó
a estrechar la relación entre los agricultores y la tierra y se
estimuló la iniciativa de los campesinos. En 1984, la producción de
cereales del país sobrepasó los 400.000 millones de kilos, 100.000
millones más que en 1978. En la conferencia de la Organización de
las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por
sus siglas en inglés) de aquel año, el Gobierno chino declaró al
mundo que China había resuelto básicamente el problema de alimentar
a su población.
El segundo
motivo es la fuerza de la ciencia y la tecnología. La construcción
de infraestructuras en el campo, como la introducción de semillas
mejoradas, obras hidráulicas, etc., desempeña un papel importante
en el incremento de las cosechas de cereales. Por supuesto, el uso
de los fertilizantes químicos también contribuyó a elevar el
rendimiento. Sin embargo, tenemos que aceptar que la mayoría de los
fertilizantes químicos pueden ser sustituidos por abonos orgánicos.
El estiércol de algunos criaderos grandes en el campo no ha sido
bien tratado, ni se ha aprovechado en las tierras de cultivos, sino
que se desperdicia y se deja que contamine el ambiente. El Gobierno
debe hacer algo al respecto.
El tercer motivo
es el factor humano. Los campesinos chinos son los más laboriosos
del mundo. Por ello creo que el modo de producción agrícola
intensiva de China y la India siempre ha sido el más avanzado. Las
políticas gubernamentales son adoptadas para activar la iniciativa
de los campesinos, pero en las labores prácticas, la laboriosidad
de millones de habitantes del campo decide el gran avance de la
cosecha.
El último factor
es el cambio climático. La ascendente consistencia del bióxido
carbónico y el calentamiento global del planeta favorecen en cierto
sentido el aumento de la producción de granos. Pero la continuación
de esta variación amenazará también la producción, porque
dificultará el control de las plagas de insectos. Entonces, sobre
el papel que desempeña el cambio climático aún no se ha llegado a
un acuerdo.
Entre estos
factores, los más importantes son la garantía de la tierra
cultivada y la iniciativa de los recursos humanos. En resumen, para
resolver el problema del suministro de cereales, la gente debe ser
laboriosa y la superficie de la tierra cultivada tiene que estar
garantizada.
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El modo de
producción agrícola intensiva garantiza el aumento estable de la
cosecha de cereales. CFP
Presiones sobre la seguridad de los
granos
Ch: En comparación con décadas pasadas,
¿ha disminuido la iniciativa de los campesinos?
JG: Sí, ha disminuido mucho. La gente no quiere
cultivar la tierra, debido a la gran diferencia de ingresos entre
el campo y la ciudad. Si los campesinos van a trabajar a la ciudad,
el dinero que ganan en un mes equivale al de medio año cultivando
la tierra. En Shandong, una provincia agrícola grande, los
campesinos plantan álamos en la tierra cultivada para poder
librarse y trabajar en la ciudad, y varios años después, regresan
para cortar árboles y vender la madera.
El Gobierno no
puede obligar a la gente a quedarse en casa labrando la tierra,
porque eso lo decide el mercado. Calculo que esta diferencia de
ingreso se ha ampliado 44 veces en comparación con los años 70 del
siglo pasado, mientras que el precio de venta de los cereales ha
subido menos de cinco veces. Es decir, si en aquel entonces un
campesino podía sostener a su familia con la venta de sus cultivos,
en la actualidad no es posible. Por lo tanto, ahora, son los
viejos, niños, enfermos, embarazadas y discapacitados quienes
quedan en el campo cultivando la tierra, mientras los jóvenes salen
a trabajar en la ciudad. Eso no sólo afecta el volumen de
producción, sino también la calidad de los cereales.
Ch: ¿Qué medidas se pueden adoptar para
estimular a los campesinos a quedarse trabajando la
tierra?
JG: Hay que considerar la labor agrícola como una
profesión y preparar campesinos técnicos. Para este fin, se
necesitan políticas de apoyo que permitan a los campesinos ganar
dinero con el cultivo de la tierra, hasta que sus ingresos puedan
compararse con los que obtienen en las ciudades o los superen.
Ch: ¿Qué otra presión sufre la
producción de cereales de China, aparte de la menor iniciativa de
los campesinos para labrar la tierra?
JG: También enfrentamos la presión procedente de
la importación de cereales de otros países. Tomemos como ejemplo la
soya de EE.UU. En el mercado chino medio kilo de soya
estadounidense vende a 0,8 ó 0,9 yuanes, mientras que el costo de
producción de la soya de nuestro país alcanza ya los 1,5 yuanes.
Pero si todos nosotros compramos la soya de EE.UU., por su precio
más competitivo, ¿qué va a suceder? Dependeremos de las
importaciones y cuando no produzcamos este frijol, el precio dejará
de ser tan barato como ahora y quedaremos indefensos.
Aunque los
departamentos concernientes del Gobierno ya han percibido la
gravedad del problema de la seguridad de los cereales, muchos
todavía depositan sus esperanzas en comprar los granos en el
mercado internacional. El problema para entonces no será solamente
la insuficiente producción de cereales, sino el monopolio de las
grandes compañías transnacionales. Esto es lo más complicado. En
realidad, al igual que el petróleo, los cereales son recursos
escasos e imprescindibles. Una vez que el consumo de cereales de
China dependa completamente del extranjero, quedaremos a merced de
otros países.
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Secado de la soya cosechada en octubre de 2009 en el distrito
de Mingshui, en la provincia de Heilongjiang.
CFP
Ha
llegado el momento del cambio
Ch: ¿Cree que los actuales
métodos de labranza pueden garantizar la seguridad de los cereales
en el futuro?
JG: Al mismo tiempo que se ha producido el gran
desarrollo de la agricultura en China en los 30 años recientes, se
han revelado muchos problemas, por ejemplo la seguridad y la
calidad de los alimentos, la reducción del ciclo del crecimiento de
los animales, la contaminación ambiental en el campo, el aumento de
las emisiones a la atmósfera de gases de efecto invernadero, la
degeneración de las praderas, etc.
El rendimiento
por unidad de superficie no ha aumentado mucho en estos años. En mi
pueblo natal, la producción de trigo por mu (15 mu equivale a una
hectárea) alcanzó los 500 kilos en 1978, pero actualmente está
alrededor de los 400 kilos. Las causas son, primero, la iniciativa
de los campesinos; segundo, la menor contribución de los
fertilizantes químicos, e incluso el efecto negativo en la
producción. Seis o siete décimas partes de los abonos químicos y
pesticidas que produce China se pierden en la tierra, lo que no
sólo constituye un despilfarro de dinero, sino también una grave
contaminación para el medio ambiente.
Atraída por el
empleo de las nuevas tecnologías, la humanidad trata muy duro a los
animales y las plantas. Debido a los fertilizantes químicos,
pesticidas, membranas plásticas, herbicidas, insecticidas y otras
“armas nuevas”, los campesinos se vuelven cada día más perezosos y
las tierras cultivadas se tornan cada día más estériles. Se queman
la paja y los tallos, lo que determina que se interrumpa el ciclo
de nutrición y autorrevonación del suelo.
Ch: ¿Es obvia la función que
tienen las políticas de subsidio del Gobierno?
JG: Gracias a la mecanización y los elevados
subsidios del Gobierno, EE.UU. tiene solamente seis millones de
habitantes dedicados a las labores agrícolas. Lo que falta en China
es un subsidio de ese tipo. Aunque las autoridades de nuestro país
también ofrecen subsidios a los campesinos, el monto aún es bajo,
decenas yuanes por cada mu, que muchas veces tampoco llegan a las
manos de los campesinos. A decir verdad, no serviría de nada si se
ofrecieran incluso centenares o mil yuanes en subsidios. Mientras
los campesinos ganen fácilmente mil yuanes por mes en la ciudad,
¿cómo se atarán a la tierra por un subsidio de mil yuanes por año?
Este es un gran reto para la agricultura china.
En la
actualidad, la mayoría de las subvenciones se asignan a las
empresas de producción de fertilizantes, pesticidas, membranas
plásticas, semillas, etc. En realidad, hay que asignar los
subsidios al precio de venta de los granos, y sólo de esta manera
se beneficiarán los campesinos.
Ch: ¿Qué influencias ejercen la política
de transferencia del derecho de gestión de las tierras en la
producción de cereales?
JG: Sostengo una actitud conservadora al respecto.
Los campesinos vienen separándose de la tierra, efecto contrario a
las políticas destinadas al estrechamiento de sus relaciones. Si
China, como EE.UU., tiene pocos propietarios de granjas que se
encargan de la producción agrícola, o sea, de una población de
1.300 millones habitantes, 1.200 millones viven de los granos
cultivados por 100 millones, en este caso, a los que trabajan la
tierra no les importará si tenemos hambre o no, sino sólo sus
propios intereses.
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China ha
resuelto básicamente el problema de la alimentación del 22% de la
población del planeta. CFP
Transición gradual a la agricultura ecológica
Ch: ¿Cómo cree que se puede
resolver el problema del suministro de
cereales?
JG: Hay dos métodos para aumentar la producción de
cereales: uno es elevar el rendimiento por unidad de superficie,
como lo hizo el académico Yuan Longping, que aprovecha la ciencia y
la tecnología para aumentar la producción de arroz, gracias a lo
cual se sostiene un mayor número de personas con la misma
superficie de tierra cultivada; otro es implementar el programa de
“Cereales mayores”. Hou Xueyu, mi maestro, empezó a prestar
atención a la agricultura en los años 50 del siglo pasado y planteó
el concepto de “Cereales mayores”, o sea, todo lo que sirva de
alimento se puede considerar como cereal, por ejemplo, la paja,
como sirve para nutrir a los cerdos o las vacas, puede convertirse
en carne o leche, etc.
Creo que la
agricultura monoproductora no tiene esperanzas, menos la
agricultura ecológica que combina orgánicamente los animales, las
plantas y los microbios. De acuerdo con los experimentos que hemos
hecho, si aprovechamos plenamente los 700 millones de toneladas de
bálago que genera el país, se podrá criar cien millones de
toneladas de vacas, equivalente a 54 millones de carne de res
(haciendo el cálculo sobre una tasa de producción de carne del
54%), ó 270 millones de toneladas de cereales (un kilo de carne
aporta los mismos nutrientes y calorías que cinco kilos de
cereales), lo que equivale a un incremento en 170 millones de
toneladas de cereales si descontamos los cien millones de toneladas
de los granos que se consumen durante el proceso de ceba.
En este caso,
todavía no consideramos el ahorro que ha significado la
recuperación de 400 millones de hectáreas de pasto. Según algunos
experimentos “extremos” que hemos hecho, un mu de prado puede
sustentar por lo menos un pollo sólo con las semillas, hojas de
hierbas e insectos que crecen en él, sin el riesgo de dañar el
prado. Calculando de esta manera, lograremos 3.150 millones de
kilos de carne de pollo orgánica, equivalentes a 15,8 millones de
toneladas de granos.
El total de
estos dos casos es de 185,8 millones de granos, equivalente a un
aumento del 37% de la producción actual del país. Ninguna
tecnología agrícola convencional puede lograr un efecto tan rápido
y positivo. Con estos “Cereales mayores”, los chinos no sólo
podemos tener lo suficiente para comer, sino para comer bien.
Por lo tanto,
para resolver radicalmente el problema de la seguridad de los
cereales, tenemos que acudir a la agricultura ecológica, en la que
participan juntos los animales y las plantas. La plaga de insectos
se previene y controla de manera física y biológica, en vez de
química. Los excrementos de los animales sirven como fertilizantes
orgánicos para los cultivos. Así se forma un ciclo completo
agrícola.
Ch: ¿Cómo se desarrolla la
agricultura ecológica en China?
JG: En la actualidad, los campesinos necesitan la
ayuda de los consumidores urbanos para producir granos de manera
orgánica, y también es necesario vender los cultivos a los
habitantes de la ciudad, por lo que las buenas conexiones de los
distintos enlaces entre la producción y el consumo son la garantía
de un rendimiento elevado.
Por otro lado,
hay que liberar a una parte de los campesinos que trabajan en las
ciudades en las industrias intensivas en mano de obra, para que
puedan volver al campo a las labores agrícolas.
Aunque la
agricultura ecológica es la única salida para hacer asegurar el
suministro de granos, tampoco podemos aplicarla enseguida en todo
el campo, sino poco a poco, empezando por algunas aldeas. Si no
obtienen beneficios, los agricultores no van a trabajar con
iniciativa, y sin ver los rendimientos, el Gobierno no va a
promover este sistema por todo el país. Actualmente, el distrito de
Yanqing, en Beijing, la ciudad de Zibo, en Shandong, y la bandera
de Jungar, en la región autónoma de Mongolia Interior, han empezado
a desarrollar enérgicamente la agricultura ecológica, porque los
gobiernos locales ya perciben el futuro optimista. Esta es una
buena noticia.
Ch: ¿Cuáles son las
experiencias de su granja ecológica en
Shandong?
JG: En 2007 empezamos a establecer la granja
agrícola ecológica en Pingyi, Shandong, y en sólo tres años hemos
logrado buenos resultados. Las pajas se cosechan para criar las
vacas, cuyo estiércol se aprovecha como abono orgánico; las plagas
de insectos las erradicamos con lámparas matapollillas; y las malas
hierbas se destinan a la alimentación de peces y pollos. El menor
uso de fertilizantes químicos y la vuelta al campo de una gran
cantidad de abonos orgánicos contribuyen a la recuperación gradual
de la fertilidad del suelo. Restando el pago a los cinco campesinos
contratados (50.000 yuanes al año), el dinero que ganan con estas
2,67 hectáreas de tierra cultivada es dos veces el de la misma
superficie arada de modo ordinario.
La iniciativa de
los campesinos necesita la motivación del mercado. Hay que dejar
que los agricultores obtengan beneficios por labrar la tierra. Esa
es la única salida.http://www.chinatoday.com.cn/ctspanish/se/images/site127/20091217/0023ae8d841c0c941ac65e.jpeg
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